Hoy quisiera compartirlo con vosotros.
El cuento es el siguiente:
Dicen que una vez existió un peregrino que caminaba por el mundo y que cierto día, al ver que el Sol se ocultaba en el horizonte, decidió cobijarse para pasar la noche bajo de un gran árbol, en un pequeño bosque cercano a un pueblo.
Cuando ya llevaba un rato descansando en la más profunda oscuridad, escuchó a alguien que desde lo lejos le gritaba:
- "¡La piedra, la piedra....., dame la piedra preciosa peregrino!".
Este se levantó y se acercó al hombre que le gritaba diciéndole:
- ¿Qué piedra quieres hermano?.
El hombre le respondió con voz agitada:
- "La noche pasada tuve un sueño en el cual se me decía que si esta noche venía a este lugar, encontraría a un peregrino que me daría una piedra preciosa que me haría rico para siempre".
El peregrino, sin mediar palabra, bajó la cabeza para buscar en su bolsa y sacó una piedra.
La colocó en las manos del hombre y le dijo:
-" Encontré esta piedra en un camino cerca de un río, me pareció hermosa y la recogí. Pero si tanto te importa, puedes quedarte con ella".
El hombre se apresuró a cogerla y, sin decir nada más, salió corriendo para regresar a su casa en el pueblo.
Una vez allí, abrió su mano y contempló la piedra, que resultó ser un enorme y brillante diamante.
Pensó que ese diamante le haría inmensamente rico y, después de meditar mucho en la manera en la que lo gastaría, decidió irse a dormir.
Sin embargo no pudo descansar en toda la noche. Se sentía inquieto y no era tan feliz como se había imaginado.
Después de dar muchas vueltas en la cama, se levantó y se dirigió corriendo de nuevo al lugar dónde había dejado al peregrino.
Lo encontró de nuevo descansando bajo el árbol y se apresuró a decirle:
- "¡ Peregrino, toma tu piedra, pero por favor....., dame la riqueza que te ha permitido desprenderte con tanta facilidad de un diamante!.
"La verdadera riqueza se encuentra en nuestro interior"
Shira